Cradle to cradle: ¿puede la moda circular prescindir del secondhand?

Cradle to cradle, de la cuna a la cuna, es el concepto que en 2002 plantearon en un libro el químico-ecologista alemán Michael Braungart y el arquitecto-paisajista estadounidense William McDonough. La premisa fundamental es el cambio de enfoque de la consigna principal del ecologismo, la conocida regla de las tres erres: Reducir, reutilizar, reciclar. Los autores consideran que reducir el impacto sobre el medio ambiente de los procesos productivos provoca que se ralentice, pero no lo elimina.

Por ello proponen ir a la raíz de los problemas: desde el propio diseño y concepción de cualquier bien o acción deben tenerse en cuenta todas las fases de producción involucradas, desde la extracción de materias primas hasta el reciclado. Es el origen de lo que ahora conocemos como economía circular, que iniciaríamos con el llamado ecodiseño.

En moda hay muchos elementos a tener en cuenta a la hora de aplicar la economía circular: para que una prenda pueda al final de su vida ser desmontada y reutilizada o reciclada en su totalidad, es necesario diseñar con este fin de vida en la cabeza. Todo un reto para el funcionamiento lineal actual de esta industria.

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Se dice muchas veces que el mercado de segunda mano es un parche y no una solución al reto de la sostenibilidad en moda. Ciertamente no es solución, pero por mucho que se trabaje en una transición hacia una moda 100% circular, el secondhand seguirá siendo necesario. El único motivo: el consumismo.

El auge del low cost y la consolidación del fast fashion como modelo imperante en moda han provocado un consumo exagerado y muy alejado de nuestras necesidades reales. Es indiscutible: compramos ropa por encima de nuestras posibilidades y, sobre todo, de las posibilidades del Planeta.

Por eso, por mucho que la moda transicione hacia la circularidad, el secondhand será necesario mientras los niveles de consumo sigan siendo excesivos. La prenda más sostenible es la ya fabricada, siempre será mejor acudir a la reutilización antes que al reciclaje. Es una cuestión de aprovechamiento de recursos.

La moda circular no puede prescindir de la reutilización, ya que el consumo nunca será 100% eficiente. El futuro de la moda solo puede ser circular y secondhand