Que levante la mano quien no se haya manchado nunca teniendo la regla. ¿Nadie? Claro, ¡es que es imposible y totalmente normal que la sangre menstrual llegue a nuestra ropa!

Lo primero que tenemos que decir es que no pasa absolutamente nada, no es algo que nos deba dar vergüenza ni asco porque es algo natural que vivimos la mitad de la población durante gran parte de nuestra vida con una frecuencia mensual. ¿No es hora de romper con estigmas y tabúes?

Vamos a lo que vamos: las manchas. Unas sábanas, tu pieza de ropa interior favorita, los jeans claritos que más te pones… ¿Cómo las sacamos? ¿Es posible hacerlo con productos naturales? Yasss! ¡Te contamos cómo!

Manchas frescas

Amiga, el agua fría es nuestra mejor aliada, ¡ni se te ocurra usar agua caliente porque hará que las proteínas de la sangre se adhieran al tejido! Si la mancha es reciente corre a poner la prenda debajo del chorro de agua fría y frota un poquito, puedes añadir también un poquito de jabón neutro y después hacer la colada en la lavadora (con temperatura baja) como de costumbre.

Manchas secas

Vale, la cosa se complica un poquito pero no está todo perdido. Esta vez vamos a echar mano de vinagre blanco y agua fría, no ay más que sumergir la ropa en una mezcla de estos dos líquidos a partes iguales y dejarla reposar entre media y una hora. Pasado este tiempo podemos frotar la mancha y valorar si necesita un poquito más de tiempo o ya puede ir a la lavadora en un lavado en frío. Otro método que puedes probar es hacer una pasta con agua fría y sal mezclándolas a partes iguales e ir frotando la mancha, poco a poco verás que desaparece.

¡Cuidado con los colores!

Los métodos anteriores son válidos para colores claros y oscuros aunque te recomendamos siempre hacer una prueba en una zona pequeña de la prenda para ver cómo reacciona a los ingredientes, es posible que un color oscuro lleve peor alguno de estos trucos y pueda llegar a perder un poquito de intensidad.

¿Conocías estos truquillos para eliminar las manchas de sangre? ¿Pones en práctica alguno más? ¡Cuéntanos!