Mañana es el Día Mundial del Medio Ambiente y en 2019 el foco está en ponerle freno a la contaminación del aire. Según datos de la ONU, 9 de cada 10 personas en el mundo están expuestas a niveles de contaminación superiores a los límites indicados por la Organización Mundial de la Salud.
Desde Humana queremos recordar que la industria de la moda es responsable del 8% de las emisiones de CO2 a nivel mundial. Tenemos que repensar nuestro consumo de ropa, ya que nuestros armarios llenos prendas que no nos ponemos tiene un alto coste económico, social y medioambiental.
Como ya analizamos en un post anterior, durante todo el proceso de fabricación de ropa se emiten gases nocivos que no solo contaminan el aire que respiramos, sino que además potencian el efecto invernadero y, con ello, el calentamiento global.
Por eso es importante la cantidad de ropa que compramos, pero también es vital el material del que está hecha, dónde y cómo ha sido fabricada, etc. Optar por moda sostenible es reducir la huella ecológica que tenemos como consumidores. Y por supuesto lo más responsable que podemos hacer es optar por sacar el máximo partido a las prendas que ya tenemos o, en su defecto, recurrir al mercado de segunda mano.
Según datos de la Comisión Europea, por cada kilo de ropa que se reutiliza y no se envía a un vertedero para ser incinerado o enterrado se dejan de emitir 3,169 Kg de CO2. Por eso siempre decimos que la prenda más sostenible es la ya fabricada.
La responsabilidad es colectiva, de gobiernos, empresas y consumidores, así que hagamos uso del poder que tienen nuestras compras y demandemos a los fabricantes mayor responsabilidad.
Citando a Eduardo-Galeano: Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo. ¿Nos ayudas? 🙂